9
de enero: Oh la la
París!Como alguien dijo, el cuerpo llega antes que el alma. De
manera que necesitábamos ver inmediatamente los íconos de la ciudad
para convencernos de que estábamos ahí. Primero recorrimos la
catedral de Notre Dame, luego nos sacamos fotos en el Trocadero y
llegamos finalmente a la Torre Eiffel. Subimos hasta el segundo piso
y contemplamos la ciudad. Mientras cruzábamos uno de sus
puentes, las aguas del Sena cambiaban de color según la luz: verde
musgo, amarillas, tierra. Fue como si los viejos impresionistas
se hubieran propuesto darnos una lección. París estaba
engalanada aún con los adornos navideños. Luces rosadas adornaban
el frente de algunos edificios. Pequeños arbustos iluminados
señalaban la entrada de los negocios.
10
de enero: “llueve
y llueve, sobre los pardos tejados”, un ómnibus nos llevó por los
Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y Les Invalides. Ahí bajamos
para conocer la tumba de Napoleón y apreciar las exhibiciones de
espadas, cañones y trajes para la guerra. Interesantísimo, en la
tumba de Napoleón, las inscripciones con sus logros sociales, sobre
todo, los que se refieren a una educación para todos los ciudadanos;
llama la atención su preocupación por el lenguaje jurídico: las
leyes debían estar redactadas de tal manera que fueran comprensibles
para todos los ciudadanos. Luego, otra vez el ómnibus para ir
hasta Sacre Coeur. Los más valientes subieron a pie la interminable
escalera. Conmovedora visita a la basílica. La plaza de los
artistas. Almuerzo tardío en Montmartre.
11
de enero: madrugamos
para estar temprano en Versalles. Al regreso, visita al Louvre (los
apuntes de Nélida, con nosotros). Caminata por los Campos Elíseos
para ver iluminada la torre Eiffel.
12
de enero: boulevard
de los Capuchinos, café de la Paix. Visita guiada en inglés a la
Ópera Garnier: una maravilla. Allí transcurre la novela El fantasma
de la Ópera, de Gastón Leroux. Vimos el palco cerrado destinado al
fantasma. Luego veríamos el frente del edificio en el telón de la
comedia musical a la que asistiríamos en Londres. Rápido, a la Gare
du Nord para tomar el Eurostar y cruzar el océano a través del
túnel (un ejemplo de lo que los hombres pueden lograr cuando se lo
proponen y, sobre todo, cuando cooperan unos con otros). Llegada a
King Cross, la estación de Harry Potter, con sus arcos naranjas y
blancos. Imposible no recordar la historia del niño mago.
Compramos
la Oyster. Encuentro con las familias en Southgate.
13
de enero: nos
reunimos todos en la estación. Fuimos a Camden, donde compramos los
teléfonos. ¿Qué hay en Camden? De todo, desde ropa de primera y
segunda mano hasta artesanías e instrumentos musicales. Mezcla de
colores, sonidos y aromas. Un mercado fascinante. Uno querría ver
todo, comer todo y comprar todo. Una parte está instalada en
antiguos studs y tiene decoración hípica. Magníficas estatuas de
caballos de bronce y de herreros. Al atardecer, Piccadilly Circus:
explosión de tradición y modernidad, encuentro cosmopolita y luces
centelleantes.
14
de enero: nevó
durante toda la noche. Primer día en Shane. Nervios y alegría por
los resultados del examen y la entrevista. Visitamos St. Martin's in
the Fields y presenciamos el ensayo de su famoso coro. Cruzamos la
calle y aprovechamos para ver la exposición fotográfica de Marilyn
Monroe, en la National Portrait Gallery. Al atardecer, caminata y
música en Covent Garden, un agitado mercado donde artistas
callejeros presentan sus espectáculos.
15
de enero: Ya nos
estamos familiarizando con la cocina de Livio y sus pizzas caseras.
Natural History Museum: su edificio tiene aspecto de catedral. La
vida en la Tierra y la Tierra misma están explicadas en él.
Aunque no puedan creerlo, venden llaveros del giganoto, el dinosaurio
más grande encontrado (verificar esta información) que se encuentra
en Neuquén. No se cobra entrada pero se solicitan donaciones de
una libra y, (otro dato increíble), la gente dona. Otro mundo, otra
cultura.
16
de enero: visita
guiada a la catedral de St. Paul's. La audioguía nos permitió no
perder detalle acerca de este edificio. Cruzamos el puente del
Milenio y fuimos a la Tate Modern. Nelda with us again.
17
de enero: fotos del
Tower Bridge. Visita guiada a la Torre de Londres a cargo de un
beef
eater. Impresionante, en el medio de uno de los jardines, un
almohadón de cristal señala el lugar donde fue decapitada Ana
Bolena. Por todos lados, cuervos revoloteando. Indispensables para la
salud del imperio, según la profecía. Salto a la modernidad:
recorrida por Harrods. ¿Cómo se las ingeniaron algunas argentinas
para encontrar algo barato allí?
18
de enero: seguía
nevando. Jugamos con la nieve en Bond Street y en Russel Sq. Pero
llegó el momento de ponernos serios y viajar en el tiempo: momias
egipcias, columnas griegas y manuscritos en el British Museum. Como
tantos otros, inabarcable, obliga a la selección de salas.
Obligatoria visita al café y degustación de algunos de los
exquisitos muffins que se nos ofrecen por todos lados.
A
la noche, emoción y deslumbramiento con La Bohème, de Giacomo
Puccini, una obra conmovedora, en el Royal Opera House, una de las
pocas salas en el mundo donde aun se escucha ópera. Para recordar:
los intérpretes fueron el tenor Dmytri Popov (Rodolfo), el barítono
Audun Iversen (Marcello) y las sopranos Maija Kovalevska (Mimí) y
Stefania Dovhan (Musetta).
19
de enero: sábado,
aprovechamos para levantarnos más tarde. Al mediodía partimos para
Notting Hill. Más de dos mil puestos de venta de joyería, objetos
de arte, viejas medallas, platería, remeras, ropa de cuero,
porcelana, recuerdos, comida típica de todas partes del mundo y, por
supuesto, la librería donde Julia Roberts declara su amor a Hugh
Grant: "Tan
sólo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera".
20
de enero: ¡arriba
tempranito y a tomar el ómnibus para Cambridge! Tarea de valientes.
Nevó y nevó. Pero valió la pena. Recorrida por esta hermosa
ciudad universitaria y visita al King College. En el mercado local
fue posible probar las comidas típicas ofrecidas directamente por
quienes las habían preparado. Por supuesto, los clásicos
buzos, y el chocolate, por todos lados, en todas partes, el aroma de
este manjar americano. Alguien dijo que el chocolate es un dios sin
ateos.
21
de enero: en tren a
Windsor. Caminata por el pueblo, vista del castillo. Persecución
infructuosa de estudiantes de Eton.
22
de enero:
Westminster Bridge. London Eye. Visita a Houses of Parliament.
Presenciamos sesión en la Cámara de los Comunes y en la de los
Lores. Estábamos en el corazón político del país, así que fuimos
hasta Downing St. Seguimos caminando y llegamos justo a tiempo para
presenciar la Horse
Guards Parade (la
inspección de los guardias).
Trafalgar Sq. National Gallery. Haymarket. Piccadilly Circus. Fortnum
and Mason, tienda fundada en el siglo XVIII por los lacayos de la
reina Ana. Especialistas en cosas ricas. Mieles de todos los lugares
del mundo, por ejemplo, de las zonas vírgenes de Nueva Zelanda.
23
de enero: Estudios
de filmación de Harry Potter. Liberty. M&M. Leicester Square,
sitio de los estrenos cinematográficos.
24
de enero: Science
Museum. Siglos de progreso científico en un museo de cinco pisos.
Victoria y Alberto: contiene una de las mayores colecciones de artes
decorativas y aplicadas del mundo. Colección de vestidos, desde 1600
hasta hoy. Marylebone. Allí, algunos visitaron la casa de Sherlock
Holmes, mientras que otros descubrieron una tienda especializada en
The Beatles.
25
de enero: Abbey
Road. Cruzamos la insoslayable esquina, sacamos fotos de los estudios
y alguno de nosotros escribió algo en la pared donde abundan las
dedicatorias. National Gallery. Hermosas salas dedicadas a los
impresionistas. Carnaby St ya no tiene rastros de los 60, pero
mantiene su magnetismo.
26
de enero: madrugón.
Bath es una hermosa ciudad. Llegamos a ella luego de cruzar campos
sumamente verdes pese a la reciente nieve. El verde de los pastos
ingleses es distinto al nuestro. Visitamos los edificios
georgianos (circulares) y fuimos hasta la casa de Jane Austen pero
estaba cerrada por mantenimiento.
27
de enero: paseo por
Hyde Park. The speaker's corner. Hampton Court. Este palacio, mezcla
de Tudor y barroco inglés, guarda las huellas de Enrique VIII y sus
desdichadas esposas. Pese a la lluvia pudimos recorrer sus jardines.
Según Diana, comparado con Versalles, es un palacio masculino, sin
tanto adorno, pero más funcional y cálido. Al regresar, otro salto
en el tiempo: Hard Rock Café y su colección de íconos rockeros.
28
de enero: visita a
la abadía de Westminster, suntuoso escenario de las coronaciones
reales desde 1066. El Rincón de los Poetas. La Tumba de Isabel I.
29
de enero: visita a
Wimbledon, el mítico lugar. Fotos en el court central y en la sala
de conferencias de prensa. Nos
contaron cosas interesantes y curiosas, por ejemplo, que hay alambres
rodeando las canchas para evitar que los zorros arruinen el césped y
que tienen un halcón cuya sola presencia ahuyenta a las molestas
palomas.
30
de enero: cambio de
guardia, frente a Buckingham Palace, sede de la monarquía. Esta vez
no tocaron la Marcha de San Lorenzo. Museo de Londres: la historia de
la ciudad desde los tiempos prehistóricos hasta hoy en día.
Reconstrucción de interiores y escenas callejeras.
31 de enero: Her Majesty's Theatre, creado a fines del siglo XIX. Allí, asistimos a la representación de la comedia musical El fantasma de la ópera, que se viene representando en este lugar desde 1986. Menos mal que conocíamos el argumento, pero aún así, se escuchó una exclamación cuando la gran araña casi se desplomó sobre nosotros. Una historia de amores desgraciados situada en la Ópera Garnier a la que visitamos en París. A la salida, en Denmark St, paraíso de las guitarras, casi perdemos a Nico.
01
de febrero: A la
mañana, nostálgica despedida en Shane. Nicholas, un profesor
inolvidable; nadie quería perder sus clases (dinámicas, divertidas,
con la mezcla exacta de contenidos gramaticales y actividades
comunicativas).
Queremos agradecer a todo el personal de Shane, especialmente a Andrés Lindarte, quien nos facilitó libros y consejos, y a Steven Reznick, cuya disposición para resolver las dificultades que se presentaban nos hizo la estadía más grata y provechosa.
Queremos agradecer a todo el personal de Shane, especialmente a Andrés Lindarte, quien nos facilitó libros y consejos, y a Steven Reznick, cuya disposición para resolver las dificultades que se presentaban nos hizo la estadía más grata y provechosa.
A
la tarde, en barco por el Támesis hasta Greenwich. La ciudad desde
otra perspectiva. El Shard desde el río, el teatro de
Shakespeare. El Cutty Sark, según la leyenda, el primer barco que
transportó té desde la China hasta Londres. ¿Habría tea
time sin él?
Subida hasta al Observatorio. Fotografías del famoso meridiano de
G... Regreso con el overground.
02
de febrero: el
círculo se cierra. Partimos desde Southgate hacia el aeropuerto de
Gatwick. Nuestro avión despegó a las 17.15. Bye London! Bye Shane!
Escala en Madrid.
03
de febrero: llegada
a Ezeiza.