martes, 12 de febrero de 2013

 Viaje 2013


9 de enero: Oh la la París!Como alguien dijo, el cuerpo llega antes que el alma. De manera que necesitábamos ver inmediatamente los íconos de la ciudad para convencernos de que estábamos ahí. Primero recorrimos la catedral de Notre Dame, luego nos sacamos fotos en el Trocadero y llegamos finalmente a la Torre Eiffel. Subimos hasta el segundo piso y contemplamos la ciudad. Mientras cruzábamos uno de sus puentes, las aguas del Sena cambiaban de color según la luz: verde musgo, amarillas, tierra.  Fue como si los viejos impresionistas se hubieran propuesto darnos una lección. París estaba engalanada aún con los adornos navideños. Luces rosadas adornaban el frente de algunos edificios. Pequeños arbustos iluminados señalaban la entrada de los negocios.



10 de enero: “llueve y llueve, sobre los pardos tejados”, un ómnibus nos llevó por los Campos Elíseos, el Arco del Triunfo y Les Invalides. Ahí bajamos para conocer la tumba de Napoleón y apreciar las exhibiciones de espadas, cañones y trajes para la guerra. Interesantísimo, en la tumba de Napoleón, las inscripciones con sus logros sociales, sobre todo, los que se refieren a una educación para todos los ciudadanos; llama la atención su preocupación por el lenguaje jurídico: las leyes debían estar redactadas de tal manera que fueran comprensibles para todos los ciudadanos. Luego, otra vez el ómnibus para ir hasta Sacre Coeur. Los más valientes subieron a pie la interminable escalera. Conmovedora visita a la basílica. La plaza de los artistas. Almuerzo tardío en Montmartre.




11 de enero: madrugamos para estar temprano en Versalles. Al regreso, visita al Louvre (los apuntes de Nélida, con nosotros). Caminata por los Campos Elíseos para ver iluminada la torre Eiffel.




12 de enero: boulevard de los Capuchinos, café de la Paix. Visita guiada en inglés a la Ópera Garnier: una maravilla. Allí transcurre la novela El fantasma de la Ópera, de Gastón Leroux. Vimos el palco cerrado destinado al fantasma. Luego veríamos el frente del edificio en el telón de la comedia musical a la que asistiríamos en Londres. Rápido, a la Gare du Nord para tomar el Eurostar y cruzar el océano a través del túnel (un ejemplo de lo que los hombres pueden lograr cuando se lo proponen y, sobre todo, cuando cooperan unos con otros). Llegada a King Cross, la estación de Harry Potter, con sus arcos naranjas y blancos. Imposible no recordar la historia del niño mago.
Compramos la Oyster. Encuentro con las familias en Southgate.

13 de enero: nos reunimos todos en la estación. Fuimos a Camden, donde compramos los teléfonos. ¿Qué hay en Camden? De todo, desde ropa de primera y segunda mano hasta artesanías e instrumentos musicales. Mezcla de colores, sonidos y aromas. Un mercado fascinante. Uno querría ver todo, comer todo y comprar todo. Una parte está instalada en antiguos studs y tiene decoración hípica. Magníficas estatuas de caballos de bronce y de herreros. Al atardecer, Piccadilly Circus: explosión de tradición y modernidad, encuentro cosmopolita y luces centelleantes.




14 de enero: nevó durante toda la noche. Primer día en Shane. Nervios y alegría por los resultados del examen y la entrevista. Visitamos St. Martin's in the Fields y presenciamos el ensayo de su famoso coro. Cruzamos la calle y aprovechamos para ver la exposición fotográfica de Marilyn Monroe, en la National Portrait Gallery. Al atardecer, caminata y música en Covent Garden, un agitado mercado donde artistas callejeros presentan sus espectáculos.










15 de enero: Ya nos estamos familiarizando con la cocina de Livio y sus pizzas caseras. Natural History Museum: su edificio tiene aspecto de catedral. La vida en la Tierra y la Tierra misma están explicadas en él. Aunque no puedan creerlo, venden llaveros del giganoto, el dinosaurio más grande encontrado (verificar esta información) que se encuentra en Neuquén. No se cobra entrada pero se solicitan donaciones de una libra y, (otro dato increíble), la gente dona. Otro mundo, otra cultura.

16 de enero: visita guiada a la catedral de St. Paul's. La audioguía nos permitió no perder detalle acerca de este edificio. Cruzamos el puente del Milenio y fuimos a la Tate Modern. Nelda with us again.


17 de enero: fotos del Tower Bridge. Visita guiada a la Torre de Londres a cargo de un
beef eater. Impresionante, en el medio de uno de los jardines, un almohadón de cristal señala el lugar donde fue decapitada Ana Bolena. Por todos lados, cuervos revoloteando. Indispensables para la salud del imperio, según la profecía. Salto a la modernidad: recorrida por Harrods. ¿Cómo se las ingeniaron algunas argentinas para encontrar algo barato allí?

18 de enero: seguía nevando. Jugamos con la nieve en Bond Street y en Russel Sq. Pero llegó el momento de ponernos serios y viajar en el tiempo: momias egipcias, columnas griegas y manuscritos en el British Museum. Como tantos otros, inabarcable, obliga a la selección de salas.  Obligatoria visita al café y degustación de algunos de los exquisitos muffins que se nos ofrecen por todos lados.
A la noche, emoción y deslumbramiento con La Bohème, de Giacomo Puccini, una obra conmovedora, en el Royal Opera House, una de las pocas salas en el mundo donde aun se escucha ópera. Para recordar: los intérpretes fueron el tenor Dmytri Popov (Rodolfo), el barítono Audun Iversen (Marcello) y las sopranos Maija Kovalevska (Mimí) y Stefania Dovhan (Musetta).

19 de enero: sábado, aprovechamos para levantarnos más tarde. Al mediodía partimos para Notting Hill. Más de dos mil puestos de venta de joyería, objetos de arte, viejas medallas, platería, remeras, ropa de cuero, porcelana, recuerdos, comida típica de todas partes del mundo y, por supuesto, la librería donde Julia Roberts declara su amor a Hugh Grant: "Tan sólo soy una chica delante de un chico pidiéndole que la quiera".

20 de enero: ¡arriba tempranito y a tomar el ómnibus para Cambridge! Tarea de valientes. Nevó y nevó. Pero valió la pena. Recorrida por esta hermosa ciudad universitaria y visita al King College. En el mercado local fue posible probar las comidas típicas ofrecidas directamente por quienes las habían preparado. Por supuesto, los clásicos buzos, y el chocolate, por todos lados, en todas partes, el aroma de este manjar americano. Alguien dijo que el chocolate es un dios sin ateos.




21 de enero: en tren a Windsor. Caminata por el pueblo, vista del castillo. Persecución infructuosa de estudiantes de Eton.

22 de enero: Westminster Bridge. London Eye. Visita a Houses of Parliament. Presenciamos sesión en la Cámara de los Comunes y en la de los Lores. Estábamos en el corazón político del país, así que fuimos hasta Downing St. Seguimos caminando y llegamos justo a tiempo para presenciar la Horse Guards Parade (la inspección de los guardias). Trafalgar Sq. National Gallery. Haymarket. Piccadilly Circus. Fortnum and Mason, tienda fundada en el siglo XVIII por los lacayos de la reina Ana. Especialistas en cosas ricas. Mieles de todos los lugares del mundo, por ejemplo, de las zonas vírgenes de Nueva Zelanda.


23 de enero: Estudios de filmación de Harry Potter. Liberty. M&M. Leicester Square, sitio de los estrenos cinematográficos.


24 de enero: Science Museum. Siglos de progreso científico en un museo de cinco pisos. Victoria y Alberto: contiene una de las mayores colecciones de artes decorativas y aplicadas del mundo. Colección de vestidos, desde 1600 hasta hoy. Marylebone. Allí, algunos visitaron la casa de Sherlock Holmes, mientras que otros descubrieron una tienda especializada en The Beatles.




25 de enero: Abbey Road. Cruzamos la insoslayable esquina, sacamos fotos de los estudios y alguno de nosotros escribió algo en la pared donde abundan las dedicatorias. National Gallery. Hermosas salas dedicadas a los impresionistas. Carnaby St ya no tiene rastros de los 60, pero mantiene su magnetismo.




26 de enero: madrugón. Bath es una hermosa ciudad. Llegamos a ella luego de cruzar campos sumamente verdes pese a la reciente nieve. El verde de los pastos ingleses es distinto al nuestro.  Visitamos los edificios georgianos (circulares) y fuimos hasta la casa de Jane Austen pero estaba cerrada por mantenimiento.







27 de enero: paseo por Hyde Park. The speaker's corner. Hampton Court. Este palacio, mezcla de Tudor y barroco inglés, guarda las huellas de Enrique VIII y sus desdichadas esposas. Pese a la lluvia pudimos recorrer sus jardines. Según Diana, comparado con Versalles, es un palacio masculino, sin tanto adorno, pero más funcional y cálido. Al regresar, otro salto en el tiempo: Hard Rock Café y su colección de íconos rockeros.










28 de enero: visita a la abadía de Westminster, suntuoso escenario de las coronaciones reales desde 1066. El Rincón de los Poetas. La Tumba de Isabel I.

29 de enero: visita a Wimbledon, el mítico lugar. Fotos en el court central y en la sala de conferencias de prensa. Nos contaron cosas interesantes y curiosas, por ejemplo, que hay alambres rodeando las canchas para evitar que los zorros arruinen el césped y que tienen un halcón cuya sola presencia ahuyenta a las molestas palomas.





30 de enero: cambio de guardia, frente a Buckingham Palace, sede de la monarquía. Esta vez no tocaron la Marcha de San Lorenzo. Museo de Londres: la historia de la ciudad desde los tiempos prehistóricos hasta hoy en día. Reconstrucción de interiores y escenas callejeras.





31 de enero: Her Majesty's Theatre, creado a fines del siglo XIX. Allí, asistimos a la representación de la comedia musical El fantasma de la ópera, que se viene representando en este lugar desde 1986. Menos mal que conocíamos el argumento, pero aún así, se escuchó una exclamación cuando la gran araña casi se desplomó sobre nosotros. Una historia de amores desgraciados situada en la Ópera Garnier a la que visitamos en París. A la salida, en Denmark St, paraíso de las guitarras, casi perdemos a Nico.


01 de febrero: A la mañana, nostálgica despedida en Shane. Nicholas, un profesor inolvidable; nadie quería perder sus clases (dinámicas, divertidas, con la mezcla exacta de contenidos gramaticales y actividades comunicativas).
Queremos agradecer a todo el personal de Shane, especialmente a Andrés Lindarte, quien nos facilitó libros y consejos, y a Steven Reznick, cuya disposición para resolver las dificultades que se presentaban nos hizo la estadía más grata y provechosa.




A la tarde, en barco por el Támesis hasta Greenwich. La ciudad desde otra perspectiva.  El Shard desde el río, el teatro de Shakespeare. El Cutty Sark, según la leyenda, el primer barco que transportó té desde la China hasta Londres. ¿Habría tea time sin él? Subida hasta al Observatorio. Fotografías del famoso meridiano de G... Regreso con el overground.

02 de febrero: el círculo se cierra. Partimos desde Southgate hacia el aeropuerto de Gatwick. Nuestro avión despegó a las 17.15. Bye London! Bye Shane! Escala en Madrid.

03 de febrero: llegada a Ezeiza.